Extraordinario ambiente y un buen empate. En Coruña casi todo fue bueno. Las atenciones de las gentes de Galicia facilitaron que la afición rojiblanca disfrutara de un fin de semana que sólo estuvo deslucido por la lluvia de las mañana del domingo. También algunos vándalos que dejaron muestras de pintadas en un edificio tan emblemático como es el Ayuntamiento de la capital gallega. Qué pena que haya algún desalmado portando colores rojiblancos.
En el aspecto futbolístico, en el primer tiempo creo que se jugó con fuego. En el segundo hubo una positiva reacción. El Deportivo es de los que tiene capacidad para dar tres toques en un contrataque y plantarse en la portería contraria. Menos mal que el tal Lassad no tiene el punto de mira bien afinado.
Fue un buen punto, en un fin de semana que tuvo repercusión nacional. 8.000 seguidores no se ven todos los fines de semana en un campo de fútbol. Disfrutamos del punto y empezamos pronto a pensar en el Espanyol.