El del domingo será el quinto enfrentamiento entre Preciado y Muñiz. Hasta ahora, el balance es plenamente satisfactorio para el gijonés, que ganó al cántabro en cuatro ocasiones y sólo un partido acabó con una igualada.
Muñiz cedió un empate ante el Sporting de Preciado en la visita de los rojiblancos a La Rosaleda en la segunda vuelta de la 2007-2008, en su vuelta a Málaga como primer entrenador, para suplir a Marcos Alonso. En el campaña del ascenso, el conjunto andaluz ganó los dos compromisos (0-1 en El Molinón y 3-2 en La Rosaleda) y en la pasada, con el Racing, hubo otros dos triunfos de Muñiz (1-0 en el Sardinero y 0-2 en Gijón).
Aparentemente, el choque del domingo es diferente. El Málaga visita Gijón después de una trayectoria irregular, en la que Muñiz llegó a estar en tela de juicio. El Málaga, con Fernando Sanz en la presidencia, tiene cierta similitud con el Sporting de Vega-Arango para aguantar entrenadores. De todas formas, el equipo malaguista tiene más potencial del que se ve en la clasificación. Tiene jugadores de buen nivel, como el central Welligton o el interior Duda, además de ser un cuadro ordenado, que es el sello de Muñiz.
El Sporting, después de tres patinazos seguidos, necesita romper la mala racha. Ganar al Málaga significaría distanciar en once puntos a un rival directo y caminar hacia el final de la primera vuelta con el objetivo de sumar 26 ó 27 puntos, cifra que daría una relativa tranquilidad para la segunda ronda del calendario. Para eso, Preciado debe romper su infortunio contra Muñiz. Es la mejor forma de empezar el año.