Michu no vendrá al Sporting. Definitivo. El club gijonés le retiró la oferta después de otro intento de tomadura de pelo del padre del jugador. La disculpa son las graves amenazas recibidas desde Gijón, pero, sobre todo, desde Oviedo.
Michu había aceptado jugar en el Sporting. Se lo dijo a Emilio de Dios, pendiente de negociar loas condiciones, y en dos ocasiones a Preciado. En la última le dijo que ya tenía la maleta preparada. El padre dio el sí a las 23.30 del viernes. Ayer pidió el contrato, pero quería más plazo para firmarlo. El Sporting se cansó. En realizad, Vega-Arango se había cansado antes, pero se fió de la insistencia de Preciado, quien, a su vez, creía en la palabra de Michu.
Lo que no entiendo es que el padre no haya denunciado las amenazas tan graves que recibió el crío, un chaval inmaduro, dice, a sus casi 24 años. ¿De verdad que el fútbol es así? Me resisto a creerlo. Ahora entiendo a los que anunciaron que el problema de Michu es su padre. Ya le negó la salida al Sporting hace seis años y a Osasuna, en Primera, hace cuatro. ¡Qué pena!
Por cierto, que hay partido en el Calderón, que es lo que ahora nos importa. Mañana a las siete. A ver qué pasa.