El equipo de Preciado volvió a ser el que se esperaba fuera de El Molinón. En La Romareda vimos un buen partido, inteligente, serio y contundente. Se pasaron algunos apuros aislados en los inicios de cada tiempo, pero el triunfo fue merecido y, por ocasiones, corto.

El equipo estuvo a gran altura. Me impresionó De las Cuevas. Rivera está en todos los sitios. Lora fue otro de los sobresalientes. Juan Pablo tuvo acciones espectaculares. Los centrales fueron los de principio de temporada. Diego Castro siembra peligro y los dos delanteros, Barral y Bilic, se reencontraron con el gol. Se lo merecían y el equipo lo necesitaba.

Fue un 1-3, pero pudieron ser cinco o seis. La Mareona, espectacular, tuvo un regreso de fiesta, con una gran actuación. Si otras veces recriminamos lo malo de los rojiblancos, hoy se merecen nuestro agradecimiento, sin que ello signifique que pueda pensarse que la permanencia está hecha. Faltan cuatro triunfos. El primer puede ser el domingo, ante Osasuna.