Magnífica victoria la del Sporting sobre un buen Osasuna. Tuvo detalles el equipo de Camacho en algunas fases, pero no fue capaz de frenar a un Sporting desmelenado a raíz de la entrada de Kike Mateo, con quien cambió el desarrollo del partido.
El murciano lo hizo todo bien y fue determinante. Dio el gol a Barral y le hicieron el penalti. Como se ve en la foto, Azpilicueta le da un pisotón-patada, no hay dudas. Respecto al juego del equipo, faltó continuidad. De las Cuevas está en un momento dulce y Diego Castro sigue en su línea, pero en el centro del campo habrá que cuidar que Rivera no se constipe. Lola tiene presencia, pero interviene poco. Una pena la lesión que sufrió y que lo va dejar fuera del equipo una temporada.
Con 31 puntos y once de ventaja sobre el descenso, la situación es muy tranquila, pero eso no debe cegarnos para analizar algunos aspectos que deberían cambiarse o mejorarse. El partido ante Osasuna fue irregular, con demasiados altibajos, con situaciones de pérdida de la posición y del control del balón con más deméritos propios que méritos del contrario. Hoy toca a disfrutar de la victoria y de los 31 puntos. Falta menos para la permanencia, pero no hay que tirar cohetes todavía. Preciado tiene bastante que corregir, sobre todo en el centro del campo y en la construcción del juego.
P. D.: Una pena la fórma de cómo perdió el filial en el Carlos Tartiere. Mereció más. Lo del arbitraje en Oviedo era esperado. La indignación de los chavales es lógica, por el arbitraje y el trato recibido. No sorprenden.