Preciado lo tiene todo preparado para el partido de Madrid con la nueva ubicación de Lora, por delante de Sastre, para cortar la potencia madridista en la zona de Marcelo y por la que suele tener alguna caída Cristiano.
El partido del Santiago Bernabeu es uno de esos que suelen darse por perdidos antes de empezar la Liga, lo mismo que las visitas al Camp Nou, pero, como bien decía Juan Pablo, ningún partido está perdido antes de jugarlo. Es una confrontación ilusionante, con fuerzas desiguales y unas diferencias de potencial enormes.
Lo censurable esta semana fue el comportamiento del Real Madrid con la afición del Sporting. Las ambigüedades, las contracciones, las trabas para comprar entradas fue algo dantesco. Me filtran que en el Real Madrid de don Florentino, el que tiene casi todo al alcance de su mano o de su cartera, tienen miedo a lo que puede pasar con 5.000 rojiblancos, más de la mitad sin entrada. Si en este santo país hay alguien que controle el mundo del espectáculo, algún tirón de orejas habrá que tirarle a quien genera este tipo de situaciones, que no es la mareona, sino el que pone los absurdos diques.