Valioso triunfo. El Sporting ganó de forma merecida un partido que se complicó de forma absurda. En el primer tiempo, los mejores momentos fueron del equipo de Preciado, que debió sentenciar. Tuvo ocasiones para hacerlo.
En el segunda parte se vía venir el empate. El equipo quedó roto en dos, con el sostén de Rivera. Creo que quién más y quien menos, esperaba el empate, aunque también hubo ocasiones en el área de Manu, pero Carmelo y De las Cuevas no tenían su día en ese aspecto. El final fue agónico, de un equipo con pocas fuerzas. Kike Mateo salió otra vez al rescate y su intervención fue clave.
El Deportivo se quejó del arbitraje de Rubinos. Salvo la jugada en la que Adrián sale de su campo y se le indica fuera de juego, en el resto no hubo decisiones polémicas. El penalti de Lopo a Kike Mateo es claro, aunque en algunos programas televisivos de la capital de España intentan justificar ayudas al Sporting para maquillar las que recibió el Real Madrid el pasado sábado. Hasta niegan la evidencia de las imágenes, salvo que sean distintas las que las cadenas ofrezcan en las diferentes comunidades.
La actitud de Lotina fue poco deportiva. Me cuentan que es de los que no ve con buenos ojos a Preciado. En fin, que es una forma de enredar la madeja.
Ahí están los 35 puntos, con un colchón sensacional y un buen calendario, pendiente de disputarse otros 30 puntos. El camino es bueno, aunque el nivel de fútbol que desarrolla el equipo es motivo de matizaciones.