Preciado hizo los últimos ensayos con vistas al viaje a Getafe, donde los rojiblancos tienen la ilusión de dar la sorpresa y acabar los deberes de la temporada. El míster metió a Pedro Orfila en la lista, lo que da a entender que Lora será otra vez centrocampista. De esta forma, el luanquín se convierte en alternativa para los laterales, en caso de necesidad.
Sobre el papel, el viaje es complicado. El Getafe, que no estuvo bien en Valladolid, lleva una trayectoria que camina hacia la Liga Europea. Los madrileños tienen que recibir en su campo al Sporting y al Málaga, para terminar la Liga en el campo del Atlético, que acogerá el encuentro entre sus dos finales.
Los rojiblancos llegan al partido bastante justos de fuerzas, pero los demás están en una línea similar. Un punto no sería malo y ganar significaría la solución definitiva, aunque sería positivo para los intereses rojiblancos que en esta jornada pierda el Tenerife, lo que parece lógico en Barcelona, y no gane el Valladolid en el Vicente Calderón.
Si además gana el Athletic al Málaga y el Racing se complica con el Sevilla, sin pasar del empate, valdría tanto como sumar en el Coliseo. De todas formas, el partido hay que jugarlo, porque al Getafe tampoco le sobran las fuerzas, aunque, aparentemente disponga de una plantilla con más calidad que la de los rojiblancos. Mientras, el equipo de Preciado sigue echando cuentas, con el objetivo y hasta diría que la necesidad de ir a Santander en la última jornada plenamente salvados, de fiesta y sin importar que haya que hacerle un regalo a Revilla.
Lo que da cierto recelo es ver a un club sin una tradición en la historia del fútbol, con una trayectoria de categorías menores y con una afición reducida ofrezca una imagen de superioridad sobre clubes con un arraigo de mayor repercusión, como es el caso del Sporting, entre otros ejemplos. Que nadie dude que en el Coliseo Alfonso Pérez, en este encuentro, haya cerca de mil rojiblancos, aunque sea un martes a las ocho de la tarde.