Fue un partido entretenido el que ofrecieron el Sporting y el Sporting B esta mañana en Mareo. No fue un encuentro para sacar conclusiones, ya que es pronto, pero pudo apreciarse que en estos momentos, Sangoy ni se acerca a Bilic, ni a Barral. Por cierto, el gaditano está más hábil. Empezó fuerte. Tiene una apuesta a que será el titular.
Nacho Novo tiene movilidad y ambición. Son detalles muy favorables, pero el que más me gustó fue el juvenil Sergio. Falta un organizador y ahí puede estar la solución, salvo que el cuadro técnico se empecine en otras alternativas.
En el filial de Vidales se vieron más cosas. La rapidez de Mendy es extraordinaria. Tiene 21 años. Parece que es un buen fichaje. Hay un jugador rumano a prueba, con unas características realmente positivas, con rapidez y visión de gol. Marcó un tanto al ganarle la posición a la defensa del primer equipo. Florian es un chaval de 18 años cuya incorporación no tiene coste, pero no llega por ninguno de los tres intermediarios que tienen los habituales contactos con los miembros del cuadro técnico, con la sorprendente permisividad de Vega-Arango.
También enseñó sus formas el argentino Matías, que llega del Estudiantes después de haber sido internacional en todas las categorías inferiores. Su precio es caro y hay diferencias. En otros tiempos, había directivos que recomendaban comprar a un argentino por su valor y venderlo por lo que dice que vale. Eso es ganancia segura.
Lo que resultó un fracaso fue la organización del partido. El Sporting la cedió a la Asociación de Fútbol Base de Gijón, que se limitó a ir, cobrar la entrada y recoger la recaudación.