Después de dos semanas y media de preparación de pretemporada y dos partidos, más la pachanga ante el filial, aún no es momento de hacer valoraciones.
Algunos aficionados ya sacaron conclusiones del encuentro de Baracaldo y hasta hay vaticinios sobre el fichaje de Sangoy. El argentino, en los 45 minutos que se dejó ver, evidenció que no está en forma, lo que es muy lógico, que le falta rapidez y le sobran kilos. Lo de la velocidad es algo propio de cada cual, lo mismo que lo del peso. Eso sí que debería preocupar, porque después de casi 20 días de trabajo, ver peso de más indica que llegó sobresaturado, aunque también convendría analizar la constitución física del jugador, que ya tuvo algún problema de este tipo hace unos cuatro años, cuando no pudo fichar por un equipo de Israel.
No faltará tiempo para analizar a un futbolista que es una apuesta fuerte del cuadro técnico, que desde el primer momento valoró que es mejor que Bilic y Barral y que se le tiene programado para ser titular indiscutible, aunque esto habrá que verlo sobre los terrenos de juego y de entrenamiento. Sería una pena tener que meter al argentino en la lista de los fichajes de Colin y Maldonado. Eso obligaría a Maestro a organizar alguna intervención de cataratas.