El Sporting tiene esta tarde un compromiso contra el Espanyol, en el primer choque ante un equipo de su misma categoría. Los dos técnicos utilizarán el partido para seguir su plan de preparación con vistas la jornada del 29/30 de agosto, sin darle excesiva importancia a lo que ocurra en el marcador.
Las pretemporadas de ahora no son como las de antaño, cuando perder ante un conjunto de inferior categoría era un drama y ser goleado ante uno del mismo nivel era sinónimo de que la temporada iba a resultar complicada. Ahora, con entrenamientos matinales y partidos vespertinos, lo de menos es el resultado, salvo que sea algo escandaloso.
Los partidos como el de esta tarde sirven para matar el gusanillo del aficionado, que ya tiene hambre de fútbol a estas alturas. Antes de tres semanas ya estaremos metidos de lleno en la harina del fútbol de competición.
De momento, un Sporting-Espanyol como el de esta tarde tiene un atractivo especial. Es el único partido entre equipos de la Liga de las Estrellas que se celebra este verano en un campo asturiano. La novedad será Ayoze, con labaja de Sastre. Le tocará el turno, previsiblemente, a Pedro Orfila. Una fenomenal ocasión para demostrar que puede ser una buena alternativa.