La mayoría de los expedicionarios hablaban del encuentro de anoche para disfrutar y lograr una imagen decorosa, o sea que valía una derrota honrosa. El objetivo se cumplió, aunque cabe destacar que defensivamente, el equipo de Preciado estuvo entonado, hasta el punto de que el Barça, el conocido como el mejor equipo del mundo, no pudo lucir a sus jugones. Ofensivamente no existió, aunque el objetivo no era atacar. Para eso se usó a Lora como cierre de banda a Alves.
El conjunto de Guardiola ganó por un error gijonés. Sastre, por milímetros, habilitó el fuera de juego de Villa. Fue la única equivocación de cierta consideración. El resto, en el aspecto defensivo, fenomenal, sobre todo con Iván Hernández y José Ángel. Atención a los problemas de isquiotibiales de Gregory, que se mantienen en silencio. De ahí el descanso.
Cuando sale el sorteo, los partidos de Madrid y Barcelona suelen darse por perdidos, aunque hay que jugarlos, como se vio anoche. De todas formas, de nada valen las lamentaciones, Hay que pensar ya en el Valencia, con poco margen de recuperación, aunque los más titulares no creo que estén demasiado cansados.
P.D.: No sé si será el chocolate de loro, pero vaya batallón que viajó a Barcelona del staff del club. Los premios para que la gente viaje cuestan dinero. Que nadie olvide que hace cinco años hubo que poner en la calle a doce personas, algunos padres de familia, por los dispendios de mucho tiempo.