Acabo de llegar de Barcelona. Fue un viaje cansado. El mérito hay que atribuirlo a los señores controladores aéreos, aunque no son los responsables de la derrota gijonesa en el campo de Cornellá-El Prat. De todas formas, el estado de alarma o de excepción, como se decía antigüamente, vale también para la planta noble de […]