Guste o no guste, agrade más o menos, la realidad es que en su momento, el gobierno de Felipe González, con Javier Gómez Navarro como secretario de estado para el Deporte, promulgó una ley que afectó a los clubes de fútbol para transformarlos en sociedades anónimas deportivas.

En Gijón, gracias a Tini Areces, que comprometió a empresarios de los ramos de hostelería y construcción, principalmente, se logró cubrir el capital social, después de que el socio de a pie no completara la necesaria inversión. Por eso hay un máximo accionista, que fue el que puso más dinero y, por lo tanto, le corresponde mandar, porque para ello está facultado. Esta es la realidad. Así de sencillo. Todo lo demás son lamentaciones que no pasan de ser más que eso, lamentaciones.

La realidad es que después de un año complicado, con una trayectoria excesivamente irregular, empieza otro en el que hay que enderezar el rumbo, si es que se quiere evitar un descenso que puede tener un efecto traumático. Sobre el papel, hay mejor plantilla que la pasada temporada, pero el rendimiento del equipo es inferior.

Me consta que desde la planta noble se quiere mejorar y no pienso que nadie quiera derruir este equipo premeditadamente. Al menos, me niego a caer en tales derrotismos, aunque cada uno es libre de opinar lo que crea oportuno. Otra cuestión es que haya fichajes que no hayan salido bien, lo que exigiría un análisis minucioso en cada caso.

Estamos en vísperas de un partido tan importante como lo es el del domingo con la visita del Málaga a Gijón, uno de los rivales directos de los rojiblancos, por muchos anuncios de refuerzos que haga el nuevo jeque. Por la repercusión que puede tener el partido para el Sporting, en este momento creo que lo que sobran son los debates. Con el mismo dueño, el mismo presidente y el mismo entrenador, el Sporting ascendió a Primera y se mantuvo dos años. Si el equipo queda en la Liga de las Estrellas, que es el objetivo, se celebrará la permanencia, sin importar quien está en los puestos de mando. Pero, para eso, hay que ganar al Málaga. Creo que es un objetivo en el que todos debemos poner nuestro grano de arena. Cada vez queda menos margen para el error.