Después de la incertidumbre, por fin se despejaron las incógnitas provocadas por el sindicato de los futbolistas, de una forma tardía y con muchas dudas que les impidieron que la justicia les diera la razón. Hubiera sido ilógico frenar la competición a estas alturas, cuando se sabía desde junio cual era el boceto del calendario, aprobado en julio por clubes, jugadores, entrenadores y árbitros. Lo que sí debería aplicar la Liga Profesional es que los morosos sufran sus inconsecuencias. El Hércules no paga, pero compite con un equipo que no puede pagar, mientra que otros tienen que medir muy mucho todo tipo de compromiso de gasto.
En el caso del Sporting, mejor que haya fútbol este domingo y que el Málaga venga sin sus refuerzos de invierno, ya que ninguno de los nuevos puede jugar el domingo. Sí podrían hacerlo si el encuentro se trasladara al lunes o se retrasara una semana.
Esta vez Preciado no dio muchas pistas. Hubo goles en el entrenamiento, con un buen repaso del filial al primer equipo en el primer tiempo, con dos goles del juvenil Guillermo y otro de Nacho Cases. Luego, los de Carmelo, Botía y Bilic su sumaron al inicial de De las Cuevas para que ganase el equipo de Preciado. Me da que Cuéllar tiene opciones de jugar, lo mismo que Carmelo. Veremos mañana y el sábado en las estrategias.
El Málaga que llega a Gijón tiene la peor defensa de Primera. Además, seis de sus jugadores ya saben o intuyen que no estarán en la plantilla la próxima semana. Es un factor poco reconfortable, pero al Sporting le viene bien todo lo que sea tener enfrente un equipo tocado. De todas formas, los rojiblancos tienen que poner algo de su parte para ganar el partido, al margen de los posibles deficiencias del rival, en un partido que no va a ser fácil.