Viene el mejor equipo del mundo, con un ramillete de jugadores con vitola de invencibles que quiere superar todo tipo de récord, ya sea individual o colectivo.
Mañana tendremos al Barcelona en El Molinón, en uno de esos partidos que cuando se sortea el calendario se dan por perdidos. Pero, a medida que se acerca la hora del encuentro, parece que la ilusión se incrementa en el Sporting y su entorno, lo que permite soñar con puntuar. Los componentes del equipo de Preciado tendrán una motivación especial para intentar frenar a los mejores. La recomendación es impedirles jugar, pero, cómo se hace es la pregunta que seguro se hacen todos los rivales, tanto jugadores como entrenadores.
Está claro que para intentarlo hay que correr más que el contrario, no perder la concentración ni un instante y tener una agresividad máxima. Esto, para intentarlo, lo que no quiere decir que pueda conseguirse. Decía el pasado lunes el ex jugador Federico, en la tertulia de Canal 10, que para marcar a Villa, su par debe coger las dos camisetas y unirlas con un imperdible. Luego quedan Messi y Pedro, además de Iniesta y Xavi. Y los que están detrás. Con esta táctica, Preciado deberá llevarse la cesta de la costura al banquillo.
En cualquier caso, ejemplos jocosos al margen, el partido hay que jugarlo. La ilusión nos permite recordar al Hércules y al Betis.