Tengo que confesar que la alineación de Preciado me asustó con un centro del campo que parecía demasiado ofensivo. Parecía un riesgo, pero Nacho Cases y André Castro estuvieron sobresalientes, conun Barral inconmensurable. El dispositivo táctico y la respuesta de los rojiblancos resultaron sensacionales.
El empate sabe a victoria. Lástima que en uno de los pocos despistes haya aparecido Villa, una vez más, como siempre, para marcar la diferencia. El Guaje casi no se deja ver, pero su fútbol es letal, si bien hay que agradecerle el fallo posterior, que dejó un nudo en la garganta de los sportinguistas.
Si este Sporting jugara siempre así, la permanencia no ofrecería dudas. Esta noche, ante el SuperBarça, los de Preciado hicieron una machada. Gracias por habernos dado una satisfacción tan grande.