El desplazamiento a Sevilla salió mal en todos los aspectos. El resultado fue malo y el arbitraje, pero. Rubinos fue un factor determinante en el desarrollo del partido, pero hubo otras circunstancias.
Preciado aplicó su sistema de variantes en el estilo de juego, con otro dibujo táctico y con siete cambios. El técnico cántabro tiene una forma muy particular de ver las cosas, pero el sabrá lo que hace, en función del trabajo que controla con sus jugadores.
La decisión del colegiado de expulsar a Eguren la pagó muy cara el Sporting, sin que haya tenido la misma correspondencia con un codazo de Fazio a Gregory. De todas formas, hay una serie de defectos y carencias en el equipo que no pueden cargarse en un hecho puntual. El pasado domingo, ante el Zaragoza, al que había que ganar, no estuvo Rubinos.
El sistema ofensivo sigue teniendo muchas carencias y, como cada vez quedan menos jornadas, el margen de error de acorta. De momento, es poco menos que imprescindible ganar al Getafe.