El Sporting lleva camino de consolidar la categoría con suficiente antelación. El triunfo ante Osasuna permite llegar a 38 puntos, que no serán suficientes, pero que facilitan que se pueda pensar en un margen de error.
El partido contra los navarros fue aburrido, con un fútbol insulso, pero después del regalo de Lolo que supo aprovechar bien Barral, el guión del partido fue bien llevado por los de Preciado, con un estilo defensivo que está siendo la base del éxito. ¡Lo qué cambió este equipo en el nuevo año! Lo que más importa ahora son los tres puntos sumados, no si fueron adornados de espectáculo.
La racha de trece puntos sobre quince posibles es de quitarse el sombrero. A falta de siete partidos se sabe que dos victorias asegurarán la permanencia, aunque puede que una y uno o dos empates también sean suficientes. Preciado quiere más y lo más pronto posible. Eso es lo que deseamos todos.
Sufrir como en las temporadas anteriores es desagradable y, además, se puede planificar con más tiempo la próxima temporada. Como es habitual los domingos de partido toca celebración. Desde mañana ya habrá tiempo de pensar en la Real, que, por cierto, lleva una racha horrorosa.