La victoria de la pasada temporada ante el Real Madrid permitió soñar a la parroquia rojiblanca. Incluso en la primera media hora del partido se vio que los ‘merengues’ tenán dificultades para entrar en el área rojiblanca. Tuvo que ser un regalo de Damián, poco comprensible, y una acción poco entendible de Juan Pablo, para dejar camino libre al tiro de Di María.
Con un gol en contra y ante un equipo de la pegada del Real Madrid es poco menos que imposible aspirar a dar la sorpresa, aunque no hacía falta que Iturralde se sumara al espectáculo. La imagen que transmitió el colegiado vasco es que le hicieron efecto las presiones que desde la capital de España se divulgaron desde el lunes, hasta al punto de que se vio obligado a cerrar su cuenta en twitter.
El Sporting que perdió ayer ante el Real Madrid fue un equipo blando, sin agresividad y con poca consistencia. Demasiados defectos para aspirar a no pasar apuros.