La eliminación del Sporting de la Copa del Rey no tiene más responsable que a Preciado. El entrenador hizo una alineación impropia de un partido que se necesita no perder. El Mallorca, que salió en la ida con los reservas, anoche dio entrada a titulares habituales que podían dar la vuelta a la eliminatoria. Caparrós lo hizo mejor que Preciado, simplemente, porque no tiró la Copa.

El técnico montañés dijo en el vestuario a los artistas que “no pasa nada”.  No parece la medida más acertada, después de un espectáculo tan lamentable. El partido parece que dejó demasiado marcados a determinados jugadores, como Luis Morán, Eguren o Ayoze. Los dos últimos años de Emilio de Dios en materia de fichajes resultaron nefastos. Y fueron en los que más dinero se empleó.

Es hora de dar un vuelco al cuadro técnico. Dejar que todo siga igual es ir camino de Segunda. Cuando se raya el ridículo, se queda eliminado, con el equipo en descenso y acompañando al Racing y al Zaragoza en la mayoría de las quinielas para la clasificación final, sí pasa algo. Y si Preciado no lo ve claro, mejor que deje la vía libre.