Vuelta a empezar. Llegó Javier Clemente para tratar de solucionar una situación excesivamente complicada, con opiniones diversas sobre su estilo de trabajo y la horma de jugar de sus equipos. Generalmente, aunque cada técnico tiene su ideología particular, la calidad de sus jugadores es importante a la hora de la elección de dibujo táctico y su correspondiente desarrollo.
El Sporting, con 43 goles recibidos, no puede aspirar a jugar bonito. Ahora, la premisa principal es salir de la cola. Clemente es un motivador nato y un técnico con un peso específico solvente. En Valladolid casi logra el milagro. En Gijón tiene el doble de tiempo que encontró en Pucela, donde elogian la labor que hizo.
De momento, la llegada del técnico vizcaíno genera una ilusión, que se incrementará o se reducirá a base de puntos. El fútbol es así de sencillo.