Es un buen chico, pero a veces le da el ramalazo, se le mueven sus neuronas y elige el momento menos oportuno para hablar. Nacho Novo se marchó de Gijón a la francesa. Rehusó hacer declaraciones, pero seis días después se dirigió a todo el país a través de medios nacionales y sigue negado a hacer manifestaciones a los medios informativos asturianos.
Durante su estancia en Gijón, el delantero ferrolano no puede decirse que haya sido polémico, pero, aunque de cara a la galería siempre dijo que “lo que haga el entrenador está bien hecho”, en conversaciones privadas siempre se quejó de Preciado, por alinearlo fuera de su sitio natural. De todas formas, al míster nunca se quejó, al menos, según reiteraba Preciado en sus ruedas de prensa.
Novo habla ahora desde Polonia, pero sus argumentos son desmentidos por Tejada y por Clemente, que ya explicó lo que había querido decir con lo de ‘cagón’. Ahora se descubre que el gallego era uno de los que más fiestas nocturnas celebraba, según un dossier que el club no quiere sacar a la luz, aunque fue filtrado.
No cabe duda que Novo se metió en un charco. Debería haber pensado antes la repercusión de su actuación. De todas formas, lo que importa aquí son los tres puntos de Santander. Nacho Novo, un buen chico, pero a veces con pocas luces, es pasado.