El Sporting visitará al Granada en una situación complicada y en un partido que será muy tenso, ya que la situación de los dos equipos es preocupante. En principio, lo es más la de los gijoneses, que acuden como visitantes a un campo que tendrá un ambiente hostil y presionante, además de contabilizar cuatro puntos de desventaja con el conjunto nazarí. No perder significaría para los rojiblancos contar con el coeficiente a favor en caso de empate en la clasificación.
Desde la llegada de Javier Clemente al banquillo sportinguista, la dinámica del juego del equipo sufrió un cambio para mejor, aunque no todos los resultados hayan sido lo buenos que se esperaban. De todas formas, hay motivos para ser moderadamente optimistas, dentro de la aún preocupante posición en la tabla. La seriedad defensiva, el trabajo en equipo y la rapidez de las bandas con las incorporaciones de Mendy y Adrián Colunga dan otro aire a un equipo que iba al infierno sin frenos.
El Granada tuvo una mejoría con la llegada de Abel Resino, uno de los técnicos que se relacionaron en su momento con el banquillo gijonés cuando empezaron a surgir las dudas con la situación de Preciado. En cualquier caso, el conjunto andaluz está en la zona baja de la clasificación por deméritos propios. Sumar en Los Cármenes no es un imposible para los rojiblancos. Ni mucho menos.