Se acabó la temporada de Sporting en La Rosaleda. Flojo partido en Málaga, en el que se esperaba el milagro rojiblanco. No ocurrió nada que pudiera considerarse fuera de lo normal.
La Rosaleda tenía un ambiente impresionante. Parecía imposible sorprender a los locales. Creo que la presión ambiental afectó en exceso a los rojiblancos, además de dar alas a un equipo de más calidad y más entusiasmo.
Lo más destacado fue el susto que dio Álex Menéndez a Kameni a dos minutos del final. Podía haberles quitado el puesto europeo. No hubiera sido justo. Y es que el Sporting hizo poco más, con demasiados jugadores a los que le falta carácter.
Impresionante la afición de Málaga con el Sporting. Un trato elegante, exquisito y de ánimo. Las peñas Isma y Nunca Caminarás Solo quedaron impresionadas del comportamiento de la afición malaguista. ¡Qué envidia! Sana, por supuesto.
Empieza ahora el tiempo de análisis, de estudiar los errores y de preparar un plantilla para volver a Primera dentro de un año. No hay otra.