El Sporting inicia una nueva etapa con el ascenso de Manolo Sánchez Murias al banquillo del primer equipo rojiblanco. El consejo de administración se convenció de que era mejor opción que los Lucas Alcaraz, Paco Jémez o Víctor Fernández, técnicos de muy diferente perfil, tanto entre ellos como en el elegido. También Manolo tiene poco que ver con los métodos de Clemente.
En un principio, la opción de Manolo se dejó aparcada por temor a su inexperiencia. Fue cuando se pensaba en la continuidad de Clemente, quien fue descartado por la repercusión negativa para la entidad de las polémicas en determinadas ruedas de prensa. El técnico vizcaíno, que mejoró en todos los aspectos la trayectoria de Preciado, no alcanzó el objetivo de la permanencia, pero era el que se consideraba idóneo para empezar el regreso.
La decisión final de colocar a Manolo en el banquillo rojiblanco necesita que tenga el respaldo de todos. Va a ser un año complicado, que dependerá de mantener el bloque y reforzarlo con jugadores de garantía. No valen los experimentos. El mejor apoyo que se le puede dar el nuevo técnico es con una plantilla de garantías, para que la nueva travesía por el desierto sea como la del Deportivo, de sólo una temporada.