Finalizada la pretemporada, llega la Liga, la hora de la verdad. El balance del Sporting en las cinco semanas de preparación, en un análisis global, es positivo. En diez partidos sólo se registró una derrota, en el partido más irregular, con errores que no se habían cometido en el resto de la pretemporada, pero ni ese encuentro puede servir de referencia, ni tampoco el espectacular triunfo sobre el Deportivo, en Ribadeo.

Manolo Sánchez ya tiene una base de equipo, en la que aún no entran los lesionados Mandi y Lora. El canario, uno de los refuerzos, está inédito por una lesión, y el mostoleño cumple un mes con una rotura de fibras. El otro lesionado es Ayoze, pero no cuenta para el entrenador.

Pese al flojo partido contra el Vitoria de Guimaraes, las sensaciones que dejó el Sporting en las pruebas de la pretemporada siembra cierta ilusión. En un estudio de los rivales, hay motivos suficientes para pensar con un moderado optimismo que este equipo tiene potencial para ascender. Para ello es imprescindible aplicar casta, jugar con agresividad y aportar trabajo, porque en esta plantilla hay calidad para tener aspiraciones. Jugadores con la técnica de Trejo o De las Cuevas no existen en Segunda. Ellos son dos de los que deben marcar las diferencias para ayudar a conseguir el retorno a Primera División en el próximo junio.

Antes hay que recorrer un largo camino con 42 paradas. La primera es en Los Pajaritos, el próximo domingo, ante un rival que es ganable, pero que no va a regalar nada.