El Sporting volvió a tropezar en la misma piedra. Dos errores de los centrales y dos tantos que certificaron una derrota en Elche que, en esta ocasión, no fue merecida.
En el primero, los errores de Gregory, al perder la posición, y de Landeira, por no cerrar su espacio, permitieron al Elche encauzar muy pronto el partido. En el segundo, un penalti inocente, por falta de concentración de Pedro Orfila, supuso la derrota que multiplica las preocupaciones.
El conjunto rojiblanco no mereció perder en Elche. Si llega a apretar el acelerador con un mínimo de sentido, hasta podía haber ganado, pero el conjunto de Manolo Sánchez reiteró sus equivocaciones de cada jornada. Sólo en Santander acabó con la portería a cero, pero más por demérito del Racing, que falló en los cuatro regalos de los rojiblancos.
Lo que está pasando parece algo insólito, pero como no se corte la hemorragia defensiva, el futuro va a ser muy problemático.