El Sporting vuelve a Gerona 55 años después de su última visita. En aquella ocasión, camino del ascenso, del tercero de su historia, el equipo gijonés venció por 0-1 con un gol de falta del valenciano Ricardo, quien al año siguiente sería Pichichi de Primera con el Valencia, empatado con Badenes (Valladolid) y Di Stéfano (Real Madrid).

La historia ahora es diferente. El Sporting arrancó mal, pero parece que hay una corriente intensa para rectificar y recuperar el terreno perdido. Para eso hay que ganar en Gerona. Sobre el papel, los gijoneses son mejor equipo que los catalanes, pero eso hay que demostrarlo en el campo. Se habla mucho de anular a Jandro, pero lo más importante es que el equipo de Manolo Sánchez aplique las ideas del entrenador, con una actitud como la de los segundos tiempos de los dos últimos partidos.

Un triunfo sobre el Girona tendría un efecto importante ante la siguiente visita del Villarreal a El Molinón. Significaría la confirmación de la remontada que todo el sportinguismo espera, para empezar a colocarse en la zona alta. Si mantienen la concentración, con disciplina táctica y agresividad, las diferencias tiene que marcarlas la calidad. Y en ese aspecto, el Sporting es mejor. O debe ser mejor.