El Sporting sumó un punto en Alicante que sirve de poco. El único consuelo es que mejor uno que ninguno, pero nada más. El juego del primer tiempo ante el Hércules volvió a estar marcado por los errores en defensa y por la ‘Trejodependencia’ del equipo rojiblanco, aunque el argentino haya firmado un buen partido sólo en acciones esporádicas y a veces con un regate de más.
El tiempo pasa y la situación crea dudas. El Sporting dominó al Hércules en el segundo tiempo con más sentido que en el primero, pero no acabó de completar ese dominio con un gol más que el contrario. Aquí nos encontramos con la pescadilla que se muerde la cola, que si los delanteros no reciben juego o que si los delanteros no se desmarcan. Sea lo que fuere, algo falla. Este Sporting está revolucionado, parece que le puede la ansiedad.
De Alicante, los rojiblancos sacaron conclusiones positivas, pero el problema es que con un punto, con las aspiraciones que se mantienen, es difícil recuperar el terreno perdido.