El Sporting viaja a Las Palmas a disputar el que puede ser el encuentro más complicado de los seis que faltan por disputarse en este agónico final liguero. Sandoval exterioriza una fe total en las últimas posibilidades para acercarse al milagro, pese a la imagen ofrecida por su equipo en los últimos partidos y en algunos más.
Dice el refrán que la esperanza es lo último que se pierde. Puede que esté fundamentado en las opciones matemáticas que aún se tienen, por aquello de que hay 18 puntos en juego y hay que recortar nueve con Las Palmas, pero sin olvidar que hay otros siete con la Ponferradina, más el coeficiente. En principio, la única solución es ganarlo todo y esperar. A todos nos gustaría tener una confianza tan grande como la que trata de transmitir el míster. Por lo menos, da sensación de que se expresa con un total convencimiento de que el milagro no sólo es posible, sino que hasta hay algunas circunstancias favorables.
El principal problema del Sporting es de imagen y de actitud, al margen de determinadas carencias. Hubo cosas que se planificaron mal y que deberán ser abordadas en el mismo momento en el que se se llegue al final de la competición. Ahora, la actualidad es el partido de Las Palmas. A ver qué pasa.