La polémica parece servida en el entorno del Sporting con dos jugadores juveniles que aún no pudo disfrutar la afición rojiblanca. Se trata de Borja, vendido al Mónaco, y Julio, quien puede irse al Inter.

La venta del gijonés se debe a un problema económico serio. El resultado financiero de la pasada temporada fue caótico y ahora se pagan las consecuencias. Primero fue Trejo, a quien no se podía mantener en el equipo con una ficha astronómica para Segunda División, y ahora Borja, a quienes seguirá Canella. No hay que olvidar los ahorros logrados con las rescisiones de los contratos de Sangoy, Ricardo y Gregory. Y los que faltan aún de Cuéllar y, posiblemente, de Lora. Se pondrá la plantilla mucho más barata, pero el ascenso, mucho más caro y complicado.

En el caso de Julio, si se confirma la marcha al Inter, anunciada ya por algún periódico milanés, se debe más a cuestiones deportivas. El central mierense se siente ninguneado por Sandoval. El técnico madrileño no lo valoró para hacer la pretemporada, pero la decisión estuvo sostenida por el resto de técnicos de Mareo, quienes mantuvieron el criterio de que el chaval estaba ‘verde’ para ello. Sin embargo, los técnicos del Inter le transmitieron una confianza plena en sus posibilidades. El jugador no mira ahora la parte económica. A ganar dinero tendrá tiempo. A sus 17 años (cumplirá 18 en diciembre) prefiere ganarse la promoción deportiva.

El Inter parece tener ventaja sobre el jugador en la lucha con el Sporting. Si Julio se va a Italia, por la módica indemnización fijada por la UEFA de unos 400.000 euros, ¿a quién se le deben pedir responsabilidades?