Huelva es el primer destino fuera de Gijón. El Sporting visita al Recreativo en el nuevo Colombino, que llega al partido tras haber ganado en Murcia en la primera jornada.
Parece que se le da mucha más relevancia a que los onubenses hayan ganado en La Condomina al triunfo gijonés sobre el Castilla. Tal vez porque los rojiblancos sembraron alguna desconfianza en su juego, aunque sirvió para ganar a un rival imberbe, sin que, por otro lado, se haya visto el papel desarrollado por el Decano en Murcia. Así nos quedamos sin poder analizar en profundidad si es que el conjunto pimentonero está mal o si el equipo andaluz no es tan bueno como aparenta el primer resultado.
Durante la semana, los protagonistas rojiblancos hablan de ambición, de tener el balón y de querer ganar, pero también avisan que aún no están al 100%. Eso suena a disculpa, porque a estas alturas ningún equipo está a tope. Y, si alguno lo está, puede sucederle lo que le pasó al Elche, que cuando se dio cuenta le faltaban fuerzas. Sin embargo, tenía tal colchón de ventaja que le permitió lograr un ascenso con el que al principio no contaba, al menos de una forma tan poco complicada.
En un análisis de lo que es el Recreativo, parece un rival accesible, ante el que habrá que poner los cinco sentidos, mucha concentración y, sobre todo, acierto. Es lo que marca las diferencias en Segunda.
Lo cierto es que el encuentro de Huelva, donde el equipo rojiblanco es temido, con vitola de aspirante al ascenso, empezará a fijar la medida de las posibilidades de este Sporting 2013-2014.