El Sporting y el Deportivo son los principales exponentes del fútbol del Norte de España. El encuentros entre ambos conjuntos tienen cierta dosis de rivalidad, sobre todo esta temporada, que son los únicos que quedan con aguas del océano Atlántico en sus playas.
Gijón y A Coruña son dos ciudades ahora más cercanas, con menos distancia y también con un recorrido más rápido. La primera vez que el Sporting disputó el Teresa Herrera, en 1980, no en la prehistoria, el recorrido se hacía entre seis y siete horas, con dudas de si era mejor ir por Mondoñedo o por Meira. Ahora sólo hay quejas de la falta del tramo de Navia, en Asturias, y del de Mondoñedo, en Galicia, para que la autopista occidental del Cantábrico esté concluida.
En materia futbolística, ambos equipos dieron muchas vueltas a su historia. Este domingo, en Gijón, no queda nada del Eurospoting, ni del Superdepor. Se enfrentarán dos equipos en procesos concursales, uno de lleno en sus efectos y otro en la última fase, pero los dos con unas situaciones tremendamente complicas y con una dosis importante de polémica en sus cuadros dirigentes. El máximo accionista del Sporting es centro de atención de un grupo de aficionados y la cabeza visible del club coruñés.
De todas formas, lo que prima es lo deportivo. Los gritos desde las gradas darán colorido a un encuentro en el que José Ramón Sandoval y Fernando Vázquez lucharán los partidos en las pizarras, para que los ‘artistas’ traten de cumplir sobre el césped las órdenes de los mariscales del banquillo. En este caso, el Sporting parece tener una relativa ventaja. El inicio liguero fue mejor por parte rojiblanca, en casa es más fuerte, tiene un equipo compacto y un mayor fondo de armario, frente a un rival con dudas, pero con calidad jugadores que saben ser determinantes, aunque no siempre. De todas formas, esa mínima ventaja no puede ser un factor para que los rojiblancos se fíen.
Aunque queda mucha Liga, para los sportinguistas es importante ganar. Seguir marcando diferencias es sinónimo de respeto ajeno y confianza propia.