Dos errores puntuales le costaron al Sporting el disgusto de la derrota. Los rojiblancos tuvieron encauzado el partido ante el Betis. Incluso lograron adelantarse en el marcador, con una genialidad de Carlos Castro, pero no supieron mantener el tipo.
En el cómputo general, el Betis fue un equipo más astuto, que sacó petróleo de dos acciones concretas, en la fase en la que el Sporting volvió del descanso sin entrar en el partido. La falta de concentración, sumado a la falta de contundencia, es algo que se paga caro. El equipo sevillano tuvo en todo el partido cuatro ocasiones de gol meridianamente claras y anotó dos. El Sporting dispuso de muchas más, pero casi hace internacional a Adán, portero de una defensa que tiene fisuras.
Abelardo remodeló la alineación, después del tropiezo de Vallecas. Parece claro que el centro del campo está bien constituido, lo mismo que la función de Halilovic, un futbolista genial y espectacular, que está en proceso de formación y adaptación. Necesita libertad para moverse. Gusta más en la media punta. También hay otros jugadores que tienen que madurar más en el aspecto futbolístico, como es el caso de Jony, cuyo cambio ante el Betis no fue lo más aconsejable. También hay jugadores que tienen que aprender las asignaturas básicas, como la contundencia. Esto le pasa a Isma López. Es la única forma de que sean futbolistas de Primera.
Las dos derrotas consecutivas obligan a sumar en los próximos partido. El Espanyol es equipo muy irregular, con un potencial inferior al de la pasada campaña. No es un rival inaccesible, pero el secreto estará en no cometer errores infantiles, como la falta de consistencia exhibida frente a los béticos. El Sporting sabe jugar bien y causa una grata impresión allá donde va, pero ahora hace falta sumar puntos.