El fracaso de la temporada acarrea una serie de consecuencias que programan una época de vacas flacas en el Sporting. La reducción del importe destinado a fichas es drástico, para tener que reducir dos millones de euros en las plantillas de los dos primeros equipos. Ese importe es ligeramente inferior a las fichas de Cuéllar, Bernardo, Canella, Mandi y Scepovic.
La próxima temporada va a ser dura y con bastante riesgo. Pensar en un equipo con aspiraciones de ascenso a Primera va a resultar poco probable. Por necesidad, se tirará de Mareo, aunque los movimientos y las glosas a la cantera rojiblanca se hacen con demagogia, sin darse cuenta de que no todos los chavales de la cantera tienen nivel para llegar arriba. Además, los ascensos deben estar bien trabajados y planificados, salvo que sean casos como los de Juan Carlos Ablanedo o Abelardo en su día, quienes irrumpieron con fuerza y se ganaron la titularidad el primer día.
El peaje de no haber ascendido va a resultar demasiado caro. Los jugadores con fichas que no se pueden mantener tienen la vitola de carta de libertad. Ahí está el caso de Canella, a punto de irse a Riazor, cedido, para ahorrar los más de 400.000 euros de su ficha. En el mismo camino están Cuéllar, Bernardo y Mandi, mientras que Scepovic está con el cartel de ‘traspasable’. Parece poco racional haber asumido este tipo de contratos, que en Primera División se hubieran duplicado. Otro tema es que los jugadores no se olviden de que una gran parte de la responsabilidad de no haber subido es de ellos, por lo que son unas fichas excesivas para unos jugadores de Segunda, claro que ellos no tienen la culpa de que el club se los haya firmado.
El caso del delantero era esperado, porque se sabía que su salida era un hecho si no se conseguía el ascenso. El de Bernardo es extraño, porque es un jugador necesario en el equipo. Si se marcha Mandi, no se le va a echar de menos y en el caso de Cuéllar, sus ‘accidentes’ más recientes parecen tener más peso que otras actuaciones más lejanas, como la manopla de Valladolid.
Los recortes del presupuesto afectarán a la plantilla de jugadores. También el cuadro técnico tendrá un coste inferior, pero otras parcelas del club mantendrán una estructura de Primera, con un puesto duplicado en la comunicación, una sección de marketing que no genera ingresos y una estructura de técnicos en Mareo que resulta excesiva en una situación como la actual. Sería más conveniente mirarse en el ejemplo de otros clubes más modestos y humildes, que tienen mejores rendimiento, con bastante menos gente.
Cuando Javier Fernández llegó al club dijo que quería que el Sporting funcionara como una empresa. El cambio fue para peor, con un excesivo personalismo de los incorporados, que parecen tener la creencia de que ellos son los que inventaron el fútbol. Como no entre el balón…