En la segunda semana de pretemporada empiezan a llegar los primeros partidos de prueba para perfilar el equipo tipo de la Liga.

En principio, las lecturas que puedan hacerse de lo que enseñen los rojiblancos sobre el césped no tienen una valoración consistente para el cuadro técnico. A estas alturas, el principal objetivo es dotar a los jugadores de las necesarias reservas físicas para afrontar la Liga con plenas garantías. En cualquier caso, no puede olvidarse que en el fútbol prima el balón y, aunque los jugadores se muestren cansados, lo que es lógico, deben verse detalles de sus valores técnicos. Los tácticos son de la parcela que tendrá que ordenar Abelardo.

Las primeras piedras de toque serán el Marino, tradicional en el verano rojiblanco, y la selección de AFE, por un compromiso del club. El conjunto luanquín también lleva poco tiempo de entrenamiento, mientras que el combinado del sindicato de los futbolistas, compuesto por jugadores sin equipo, tiene una mayor actividad, para tener más en forma a los que se enseñan en busca de destino.

Sobre el papel y pese al cansancio, el Sporting está obligado a ofrecer algo más que sus rivales. Esta es la teoría en condiciones normales, pero no es el caso por la situación de incertidumbre que afecta a la mitad de la plantilla.

Por un lado, los partidos servirán para que se vean los planes de Abelardo, de los que se cayeron algunos futbolistas que no están en su diseño de equipo. Es el caso de Mendy, cuyo destino parece que estará fuera de España, o de Isma López, un jugador de fenomenales virtudes, pero sin carácter. También queda fuera Adama Touré, sin mentalidad para jugar en el Sporting. Tampoco Mandi va a tener preferencias y, probablemente, Álex Serrano. Son algunos ejemplos de los que lo normal es que casi no se les vea en el escaparate de la pretemporada gijonesa.

En otro apartado están los jugadores a los que no se les puede pagar la ficha. No haber previsto esta situación es un error de planificación cuya consecuencia se paga ahora. Así están Cuéllar, lo que afecta a Alberto, Bernardo y Scepovic. Se tiene un convencimiento de que el goleador serbio va a tener salida, aunque la duda es cuándo y a qué precio, con un dinero que ya tiene destino.

La situación de incertidumbre en la plantilla es un factor negativo que Abelardo tendrá que añadir a los problemas a lidiar, con el objetivo de que se acuse lo menos posible. La parte positiva es la ilusión que aportan los que llegan con la intención de hacer méritos para estar ahí. Juan Muñiz regresó con una mentalidad diferente tras su paso por el Mirandés y de Rachid se espera que la calidad que se le atribuye no tenga intermitencia.

En cualquier caso, hacía muchas pretemporadas que no se palpaba un panorama tan extraño, que convendría anular cuando antes. Esta circunstancia depende de las gestiones que se hagan desde la ‘planta noble’, que es la que tiene la principal responsabilidad de haber llegado a una problemática situación económica, que influye negativamente en la deportiva.