Abelardo puede igualar el sábado el récord de Boskov con las trece primeras jornadas sin perder. Este registro se mantiene aún como el mejor de la historia del club rojiblanco sin conocer la derrota en una serie consecutiva de partidos.
Con el técnico serbio, el conjunto gijonés sumaba tres triunfos, sobre el Racing, Salamanca y Osasuna, y diez empates, uno de ellos en el Camp Nou ante el Barça de Udo Lattek. Sin embargo, la trayectoria no era ilusionante, pese a que el Sporting se codeaba en Primera División. Al menos, no generaba tanta expectación como ahora, pese a estar en una categoría inferior.
El equipo rojiblanco acababa de tener tres campañas seguidas con participaciones en la Copa de la UEFA y no entrar en competiciones continentales parecía generar cierto olor a fracaso. Así se veían las cosas en aquellos tiempos, muy diferentes de los actuales.
Lograr un récord de este tipo no deja de ser una anécdota, porque con el actual sistema de puntuación, los rojiblancos hubieran firmado una derrota en Albacete si se llega a consumar el triunfo sobre el Girona. A estas alturas no estaríamos hablando de la posibilidad de igualar un récord, sino de un equipo que estaría en el trío de cabeza, con el Valladolid y Las Palmas, pero segundo por diferencia de goles.
En una temporada que se inició con una incógnita en el objetivo, el desarrollo es muy ilusionante, sobre todo después del brillante fútbol que el Sporting ofreció en muchos momentos del partido ante el Zaragoza. Sería conveniente tener en cuenta que el rendimiento de jugadores jóvenes, con un escaso recorrido en las categorías nacionales, no puede ser muy exigente, aunque se aprecie una línea ascendente. Carlos Castro y Dani Ndi generan nuevas ilusiones, como se ven en Jony o en el nuevo papel del dúo Sergio-Cases, sin olvidar a Rachid, que también llega pisando fuerte, y el buen papel defensivo. De todas formas, todos los jugadores jóvenes, sin excepción, necesitan completar un proceso de formación y de madurez, para lo que es recomendable la mayor humildad.
El partido de Vitoria será complicado, porque el conjunto alavesista suele utilizar las mismas armas que el Sporting. Es un conjunto agresivo, con marcajes férreos al más puro estilo norteño. Los gijoneses tendrán un buen apoyo en las gradas, un estímulo que influye en el aspecto anímico, pero no es participativo en el césped. En cualquier caso, los chavales dan motivos para confiar en este Sporting.