Tal y como se presenta la alineación tipo de Preciado, sólo dos jugadores de la casa se presentan como virtuales titulares. Canella y Míchel tienen ventaja para ser dueños de la camiseta titular en sus puestos, si bien habría que matizar la interpretación que se le puede dar a la palabra titular con Preciado en el banquillo.

Los argumentos del cuadro técnico respecto a la valoración de la cantera son distintos. En la plantilla, de los 28 que componen el plantel de la pretemporada, 16 pasaron por el filial antes de llegar al primer equipo, incluidos los cinco del Sporting B que están transitoriamente a las órdenes de Preciado. Es una valoración respetable, pero la realidad es que la política de cantera no es la que presume Vega-Arango, ni la que propone reiteradamente el dueño del club, que pasa la mayoría de las tardes en Mareo, con cada jugador que queda libre y que se publican en los diarios deportivos. El único que le falta por ofrecer es Casano. Pero, como es el dueño y esto es lo que le gusta, no se puede hacer más que escuchar y callar. En la planta noble de Mareo, por supuesto.

Al margen de la escasa presencia canterana en el teórico equipo titular, en la pretemporada se están viendo detalles a tener en cuenta. Uno de los ejemplos es Luis Morán, con 20 años recién cumplidos, es uno de los atacantes más incisivos. Otro, De Lucas, quien parece que empieza a despertar al recuperar una agresividad que le faltaba. Atención a Alain, un defensa agresivo, rápido y contundente, al que le falta la serenidad que darán los años. Hay más, porque Mareo no está seco. Nunca lo estuvo.

Y respecto al partido contra Las Palmas, no fue para tirar voladores, pero se vieron detalles para pensar en que, por lo menos, no se van a pasar apuros. Así empezó el Numancia la temporada en la que acabó ascendiendo.