La trayectoria de Cote, hasta el pasado lunes José Ángel, difícilmente puede ser más impactante, aunque los técnicos de los clubes más poderosos, que rastrean juveniles y hasta infantiles de toda la geografía, al menos nacional, ya conocen a este chaval de Roces desde hace dos años. Por lo menos, Miguel Ángel Portugal tenía constancia con un amplio informe del gijonés. Su progresión me recuerda la de Luis Enrique, quien a los tres meses de empezar a jugar en el Sporting ya estaba firmado por el Real Madrid.

El año pasado estaba aún en el conjunto juvenil. Dio el salto al Sporting B, pero Preciado no lo dejó pasar el primer partido de entrenamiento, con el filial como sparring del primer equipo. Pasó, como algún otro, casos del portero Raúl Domínguez y del central Omar, además de los Lora, Sergio Prendes, Carlos Álvarez.

Fue el que más continuidad tuvo y con el que Preciado empezó a hacer ensayos en la Copa. Su adaptación fue total, con un juego ágil, descarado y ambicioso. No se asustó en San Mamés. Y cuando le tocó la Liga, el debut en el último cuarto de hora en el Camp Nou, encima de Messi, no le inmutó. Y no digamos el ambiente del Reyno de Navarra, para anular a Juanfran, primero, y a Plasil, después.

Estamos ante un gran futbolista de futuro inmediato. Me decía el ex jugador José Ramón Fuertes, ex ojeador del valencia en Asturias, que está convencido de que va a ser el lateral izquierdo de la selección española a medio plazo. Y Emilio Gutiérrez, el ojeador del Barça en esta región, valora que en su puesto no hay mucho donde elegir. El Real Madrid, el Barcelona, el Valencia y el Atlético ya lo tienen en su agenda, pero está bien atado con 18 millones de euros de cláusula. En ese aspecto, ahora no hay problema. Además, el chaval es gijonés y siente los colores. Pero tengo algún recelo de que pueda surgir alguna tentación si uno de los grandes viene con dinero fresco. Me decepcionaría su traspaso ahora o dentro de un año.

Aunque en el club quieren controlar el crecimiento, su eclosión ahí está. Y coincide con el traspaso de Canella que negocia Eugenio Botas, con permiso del club, porque el puesto queda bien cubierto. De todas formas, no hay que olvidarse de Canella, que es más realidad. La pena es que las dos figuras hayan salido a la vez en el mismo puesto.