Se pueden decir muchas cosas sobre la situación del Sporting, sus orígenes y sus consecuencias, las actuaciones personales o colectivas de futbolistas, técnicos o dirigentes, pero la realidad no es más que una: hay que ganar al Athletic.
Mantenerse en Primera es prioritario para el futuro de la entidad, por muy bien atados que se tengan todos los cabos con vistas a un posible descenso a Segunda. Esta semana es lo que toca, mentalizarse para ganar al Atheltic es el esfuerzo que debe unificarse desde todos los puntos posibles.
No podemos fiarnos de que el conjunto bilbaíno va a llegar a Gijón pensando más en la final de la Copa que tiene el día 13 de mayo en Valencia. Sólo vale fundamentarse en las fuerzas propias. La de la grada está asegurada. La del campo, depende de cómo respondan las huestes de Preciado, quien va a seguir en el Sporting hasta el final de la temporada, pase lo que pase y pese a quien pese.
Esta semana toca objetivo único. El empate no vale. Debe aumentarse el récord de 34 jornadas sin conocer una igualada. Esa hay que dejarla para Almería. El domingo El Molinón tiene que ser una caldera. Los artistas, que son profesionales en todos los aspectos, sabrán asimilar la presión de una afición que suspira por ganar el domingo, en el complicado camino hacia la permanencia. Esta semana, ese es el objetivo único.