El cuadro técnico del Sporting tiene las cosas claras. Aprendida la lección de los 79 goles recibidos y de los apuros defensivos, el objetivo es reforzarse convenientemente con la premisa de acertar. Las limitaciones económicas, que son menos que en temporadas anteriores, permiten más garantías a la hora de elegir, porque hay más dinero, pero el ojo clínico es fundamental.
Hasta ahora sólo trascendió el nombre de Rivera, un buen pelotero, con la calidad propia de una cantera como la del Real Madrid y con una amplia experiencia en Primera. Hay otras redes para puestos de ataque, ya que, al margen de los 47 goles marcados, que es una cifra aceptable, hay inconformismo y se quieren dotar a la plantilla de una mayor consistencia.
La asignatura pendiente en la campaña recién finalizada estuvo en la zaga. Un lateral que rivalice con Sastre está en cartera, lo mismo que dos centrales, con la vitola de que sean titulares, con unas condiciones de dominio de la zona y contundencia que faltó en muchos partidos.
La plantilla que se confeccione será la que tendrá que luchar contra los Cristiano Ronaldo, Kaká, Villa, Messi, Iniesta y demás, pero también contra los Málaga, Racing, Tenerife o Xerez, que serán de la Liga de la permanencia, que es en la que habrá que ganar. Este año, que la Liga haya finalizado dos semanas antes que la anterior, permite que haya más tiempo. Eso provoca que la afición esté impaciente y los foros ardan de lamentaciones porque no se ven fichajes.
Estas quejas no deben ser tenidas en cuenta. El aficionado tiene una prisa en la que los técnicos y los directivos no deben caer. Los ofrecimientos que llegan a Mareo son cientos, pero una cosa es lo que interesa a los agentes y otra lo que le vale a los técnicos. Alguna vez coincide que el ofrecimiento entra en los parámetros que se buscan, pero son los menos.
Hasta ahora, salvo casos contados, el trinomio compuesto por Emilio de Dios, Preciado y el consejo tienen en su balance mucho más de positivo, aunque lo negativo tenga más repercusión.
Además de las deficiencias defensivas, hubo contrataciones que sirvieron de ejemplo. Fichar con prisas y por películas, como pasó con Colin, aunque el mexicano Flores vino en 1986 por una recomendación telefónica. De todas formas, es mejor no tener prisas. Lo prioritario es acertar.