La visita del Real Madrid levanta la lógica expectación en Gijón, que aumenta por la presencia del mediático Mourinho y su grupo de galácticos. Pero primero está la presencia del Mallorca en El Molinón, en un partido que puede tener una repercusión muy positiva para los rojiblancos, si logran compensar la desventaja de la ida.
El 3-1 de Palma es un resultado complicado, pero el Mallorca no es un equipo que meta miedo como para pensar que no es superable. Hasta ahora, la Copa era una competición en la que el Sporting no tenía demasiada fe. Salvo en un par de ediciones, en los últimos diez años llegó la eliminación en el primer partido, incluso en los jugados en casa a un sólo encuentro.
La decisión de los dirigentes de no cobrar a sus abonados y de mantener el precio de las entradas fue un acierto, ya que permitirá que las gradas de El Molinón tengan el calor que necesita el equipo. Preciado cuenta con algunos titulares habituales, caso de Eguren, De las Cuevas, Sangoy o Gregory. Hay motivos para tener confianza en que la empresa de clasificarse para los octavos es posible. Es una fórmula para hacer olvidar errores pasados, incluidos los de la ida.