El ‘tarifazo’ de la luz no tiene más que un responsable. El resultado de la subasta de energía para cubrir la parte libre del recibo, fuera del tramo regulado, estaba cantado que iba a ser pésimo para los usuarios, una vez que el propio Gobierno, por su incapacidad para poner coto al déficit tarifario y compensar a las compañías, decidía dos días antes volver a elevar el peaje eléctrico con una subida del 2%, desdiciéndose, incluso, a lo que había prometido una semana antes.
Fue el propio Ministerio de Industria, quien con su equivocadísima decisión, alentó la mayor alza de la luz en muchísimos años encareciendo la parte del recibo intervenida a sabiendas de que la subasta iba a salir como salió, incluso superando los peores augurios. Del 7% que se aventuraba en las previsiones, hemos pasado en el reparto de esta mañana al 10,5%. En total, estamos hablando de que los veinte millones de consumidores que están acogidos a la tarifa de último recurso, la más utilizada entre los usuarios, afrontarán en enero un aumento salvaje en el recibo, superior al 11%. Menudo regalo de Navidad.
El caso es que este Gobierno, al igual que los anteriores, no es capaz de embridar el enorme desfase entre ingresos y costes de producción del sector, mientras se sangra el bolsillo de los consumidores españoles, que nos hemos convertido en ciudadanos de tercera en Europa por el elevado precio que pagamos por la electricidad con incrementos propios de los países más inflacionistas del mundo. No existe ningún otro bien o servicio en España que haya experimentando tan brutal aumento en el coste que el de la luz. Casi el doble en apenas una década. Y la reforma que se propone aplicar Industria va camino de no poder atajar la enorme burbuja del déficit tarifario.
De esta manera, no contenta a las eléctricas, tiene a las renovables que se tiran al monte, pone a los usuarios en pie de guerra, lastra la competitividad de la industria y, mientras tanto, se genera otro fenómeno enormemente preocupante: aumenta la pobreza energética en nuestra sociedad. Sólo en Asturias más de 25.000 familias no pueden ya pagar la calefacción este invierno por su alto coste. Habrá gente que en sus casas pase frío pese a tener instalado folio radiante. FACUA ha convocado para el 30 de diciembre un apagón en todo el país para protestar por este nuevo desaguisado. Ese día será general, aunque en miles de hogares el apagón ya es permanente.