Los médicos deben considerar la posibilidad de medir la velocidad de caminar durante la marcha normal (NW) y el caminar mientras hablan (WWT) en individuos que toman múltiples medicamentos, para evaluar e identificar el riesgo de movilidad potencialmente modificable.
Esa es la conclusión de los autores de un nuevo estudio que sugiere una asociación entre la polifarmacia y la locomoción que sólo puede explicarse en parte por comorbilidades médicas.
Para el estudio, los investigadores examinaron cómo la polifarmacia afectó el caminar al entrevistar a 482 personas de 65 años o más que estaban matriculadas en el estudio de Control Central de Movilidad en el Envejecimiento. Entre los participantes, el 34 por ciento usó cinco o más medicamentos durante el estudio y el 10 por ciento usó más de ocho medicamentos.
Después de explicar los problemas de salud crónicos, un historial de caídas y otros problemas, los autores encontraron que aquellos en el grupo de polifarmacia tenían una marcha más lenta que los del grupo de no polifarmacia. Aquellos que tomaron ocho o más medicamentos tuvieron una velocidad de marcha más lenta cuando caminaban mientras hablaban.