Tal vez para aquellos que en la actualidad no se encuentren cursando estudios en la universidad de Oviedo estas normas de progreso y permanencia no les suenen a nada conocido ni preocupante. Sin embargo, sí que lo son y mucho para todos los estudiantes universitarios que desde el 2011 no solo se enfrentan a la dificultad de obtener sus respectivos títulos sino a la obligación de avanzar en sus estudios con un ritmo mínimo determinado por la Universidad. Porque esto exige esta normativa. Vamos a analizar cómo.
Las normas de permanencia distinguen entre los estudiantes que realizan sus estudios a tiempo completo y aquellos que los hacen a tiempo parcial. En cada curso los primeros tienen que aprobar asignaturas suficientes que les permitan superar al menos 12 créditos. A los segundos solo se les exige alcanzar 6 créditos. Esta norma se completa con los créditos que es necesario haber superado tras tres cursos en la universidad: 90 créditos de los que 48 deben de haber sido obtenidos en el primer curso de los estudios.
Las normas de progreso afectan al número de convocatorias que existen para superar cada asignatura. Siguen siendo seis convocatorias, más una de gracia que se otorga de manera excepcional, pero la novedad consiste en que estás se agotan incluso aunque el estudiante no se presente al correspondiente examen, es decir, tanto el suspenso como el no presentado corren convocatoria. Eso sí, en determinadas circunstancias, se podrá proceder a anular la matrícula evitando este efecto pero sin que tal anulación dé derecho a pedir la devolución del precio abonado.
¿Qué es lo que ocurre si no se superan estas normas? La respuesta es clara: los alumnos deberán abandonar los estudios iniciados en la universidad de Oviedo. Pueden iniciar otros estudios distintos pero solo por una vez más. Solo si se dan circunstancias excepcionales y se acreditan adecuadamente se podrá conceder un curso académico adicional.
Una vez analizadas estas normas, la conclusión es clara: iniciados unos estudios hay que estudiar y mantener un avance mínimo. Nada de eternizarse estudiando o la consecuencia será la imposibilidad de continuar, al menos, en la universidad de Oviedo, aunque, como es obvio, existen más alternativas.
Y un último apunte para los que ya están preocupados de cara al próximo año: parece que teniendo en cuenta la vigencia de la norma y que ha de considerar tres cursos lectivos tras su entrada en vigor, no se aplicará para la matrícula del curso 2013/14 sinó para el siguiente, así que aún hay tiempo de aplicarse y ajustar al máximo para mantenerse en los estudios.