La dirección de París debe explicar el cierre de Sekurit Avilés, una de sus señas de identidad en Europa desde hace 76 años
«Hemos explicado (al comité) que, desgraciadamente, se consolidan los problemas estructurales de los últimos años, que la actividad de fabricación de parabrisas en Avilés ha vuelto a ser deficitaria en 2023, y que las perspectivas comerciales para 2024 no nos permiten seguir generando una actividad sostenida a partir de finales de mayo. Así, tras haber evaluado todas las opciones disponibles y a pesar de los numerosos esfuerzos que se han llevado a cabo durante los últimos años para mantener abierta la actividad, entendemos que es la única alternativa posible (el cierre definitivo), al no vislumbrar ninguna otra de futuro que garantice la viabilidad de fabricación de parabrisas en el centro». Firmado: J. A. Piqueras. (José Antonio Piqueras es director general de Saint-Gobain Sekurit España, Portugal y Marruecos). Y un último mensaje, en versión «libre»: «Sed buenos y vamos a negociar rápido y sin conflictos, y lo haremos con sensibilidad (habrá dinero, tranquilos)».
De esta forma, la multinacional francesa Saint-Gobain deja a un lado su ‘savoir faire’, su europeísmo como empresa que presume de sus tres siglos de existencia, y decide cerrar sin miramientos y con alguna justificación que no se sostiene –al menos la que expresa su director general en su misiva– su seña de identidad en España: la planta de Sekurit de Avilés. Su buque insignia en este país desde hace 72 años (76 si se cuenta la colocación de la primera piedra) tras trasladar aquí su primer emplazamiento de Arija (1905-1953).
Avilés figura para los libros de historia como la planta de vidrio más relevante de Europa en aspectos como el de la calidad y la eficiencia a la hora de hablar de su aportación al sector del automóvil, con una división que sacó adelante los modelos más complejos tecnológicamente hablando sin ningún tipo de problema, ayudada por el extraordinario trabajo de investigación e innovación realizado en el CIDA (Centro de Investigación de Avilés), con técnicos e investigadores de altísimo nivel. Nadie entendió el cierre del CIDA. Es posible que fuera el primer síntoma de un declive provocado única y exclusivamente por decisiones empresariales hasta el día de hoy.
En todo caso, Sekurit Avilés sigue manteniendo intactos la calidad que le da el oficio de sus trabajadores, los automatismos, los adelantos tecnológicos, el buen hacer de las auxiliares y la organización logística, además de un buen ambiente laboral, con una flexibilidad sin tacha por parte de la plantilla frente a una dirección que hasta se ha negado en los últimos tiempos a cumplir acuerdos firmados en convenio. Y todo eso es lo que se tira ahora por la borda. El cierre anunciado de forma abrupta va más allá de una cuestión de resultados, y eso es lo que debería explicar al detalle Saint-Gobain, empezando por su director general, José Antonio Piqueras, que en 2019 ya escribió en su cuenta de Facebook esta lindeza: «Viajando de Casablanca a Kenitra. Lo que es la vida, el futuro industrial de España está aquí. Más de uno debería reflexionar». Asombroso: el futuro industrial de España está en Marruecos. Muy en la línea de quien se definía a si mismo en la misma red social como «español de derechas. Es decir, culto».
La capacidad de Sekurit Avilés como una planta especializada al más alto nivel en parabrisas y techos solares queda avalada por los números. En el entorno del año 2000 salieron de sus instalaciones tres millones de parabrisas/año, manteniéndose durante mucho tiempo cerca de esas cifras. Y a partir de ahí, el declive. Estas son algunas claves para entenderlo.
Desviaciones. Poco a poco la producción de Sekurit Avilés, especializada en los proyectos más complejos, fue disminuyendo en favor de otras plantas como la de Polonia. Algo que se fue incrementando, hasta el punto de bajar del millón de parabrisas al año, lo que hizo saltar todas las alarmas.
Marruecos. Saint-Gobain decidió ‘clonar’ la planta de Sekurit de Avilés en Marruecos, con una fábrica en Kenitra más moderna lógicamente que fue montada por técnicos y hasta trabajadores de Avilés. Se puso en marcha en 2012 (alguien se conforma con contar esta historia hablando solo de los dos últimos años). Los problemas de Marruecos, sobre todo de calidad, se solventaron desde Avilés. Piqueras y los trabajadores saben de qué se está hablando.
Cierre. El cierre de la Línea 3 –ahora solo quedan dos en funcionamiento– sumó otro indicio sobre la falta de apuesta por la diversificación y el futuro de la planta avilesina. En su día se barajó la posibilidad de hacer una pequeña reforma, con una mínima inversión, que hubiese atendido al llamado Mercado 3, el de repuestos, con una capacidad para fabricar 1,5 millones de unidades. No se hizo y esa línea se desmanteló. Otra oportunidad perdida para la diversificación.
Recambios. «Nuestro futuro en Sekurit España pasa por especializarnos en la fabricación de recambios de alto valor añadido y conquistando dicho mercado desde la fábrica de Avilés». (José Antonio Piqueras, en declaraciones en exclusiva a LA VOZ DE AVILÉS-EL COMERCIO el 26 de junio de 2022). Habían dicho lo mismo para la planta de Portugal y cerró en dos años. Se reproduce el modelo. Saint-Gobain desvela ahora que ya había trasladado buena parte de la producción de repuestos de Avilés a Rumanía ¡¡¡en noviembre de 2023!!! Sin comentarios. ¿Cuándo faltaron a la verdad, en junio de 2022 o esta misma semana?
Arbós. La planta de Tarragona se ha especializado ahora en lunetas laterales y traseras. Están al cien por cien de producción. Parece que aquí no influye la crisis del automóvil. Una pregunta: si se están produciendo lunetas para coches, ¿quién se encarga de fabricar los parabrisas? ¿Dónde? ¿Nos encontraremos en poco tiempo con el anuncio de la apertura de una línea de parabrisas en Arbós?
Resultados. El emplazamiento de Sekurit Avilés acumula pérdidas en los tres últimos años (de 3 y 9 millones, es lo conocido) en un tiempo de crisis mundial originada por la covid y prácticamente el cierre del sector del automóvil. En 2022, Saint-Gobain alcanzó un volumen de ventas de 51.197 millones de euros, con un resultado operativo de 5.337 millones (+18%), mientras que en las ventas en el Sur de Europa, en donde figura España, obtuvo un crecimiento del 12,6%. En 2023 se logra por tercer año consecutivo un récord en el margen operativo (+11%), mientras los accionistas han recibido en los tres últimos años 4.000 millones de euros. No parece que Avilés sea un problema económico.
Administraciones. ¿Va a desvelar Saint-Gobain si en algún momento pidió ayudas a las administraciones central y regional abiertas a todas las empresas con motivo de la crisis de la covid? ¿Saint-Gobain se ha interesado por el PERTE del vidrio y por los fondos Next Generation que ha impulsado el Gobierno de Madrid y la UE para proyectos de inversión y de futuro de las empresas?
Construcción. La otra división de la fábrica de Avilés es la de Vidrio Construcción, en este momento al cien por cien de su capacidad. Está pendiente de la renovación de su horno float. Saint-Gobain ha anunciado una inversión de cinco millones de euros, lo que no deja de ser un «parche». Todo el mundo sabe que si se quiere apostar por el futuro de esta planta debe anunciarse la construcción de un horno nuevo. 30 millones mínimo. ¿Estamos ante un cierre definitivo como el de Sekurit planificado ya para un plazo no mayor de cinco años?
Saint-Gobain es una empresa ejemplar, comprometida con la construcción europea. Por eso es difícil asimilar que haya tomado la decisión de cerrar uno de sus referentes históricos. No son 280 empleos. Es destruir su propia historia en una ciudad de la que forma parte indisoluble ya desde hace 76 años. París debe a esta ciudad una explicación convincente sobre su huida.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 14 de abril de 2024