Reflexiones desde el #YoMeQuedoEnCasa
Día 23.
5 de abril 2020
Ayer murió Luis Eduardo Aute. Dudan los que le conocieron, de verdad, si era mejor artista o mejor persona. Me ahorro cualquier comentario personal ahora que da la sensación de que todo el mundo le conocía y todo el mundo le amaba. Así que basta con asomarse un poco a la ventana y ver agotados todos los elogios.
Solo haré un breve recordatorio. Desde el conocimiento.
Luis Eduardo Aute estuvo en numerosas ocasiones en Avilés gracias a la amistad personal que mantenía con Natalio Grueso y el interés de este en tenerle entre los ‘embajadores’ de lujo del Centro Niemeyer en el mundo. Uno más, no el único, aunque sí uno de los destacados.
Gracias a esa relación personal con Natalio Grueso y a su compromiso con el Centro Niemeyer, Aute dio dos conciertos memorables en la ciudad; inauguró el Film Center junto a Woody Allen; regaló a esta ciudad una analógica de su obra pictórica en la sala de exposiciones del CMAE, exactamente la misma exposición que pudo verse en la Bienal de Sao Paulo o en la Academia de Roma, lugares reservados a los más grandes; se reunió con los voluntarios del Centro Niemeyer para animarles a trabajar por la cultura y por su ciudad; dio un recital de poesía en un bar de nuestra ciudad, el Don Floro, donde se quedó charlando y firmando discos y libros con todo el mundo.
Y Aute nunca cobró su cachet por su presencia en Avilés y en el Centro Niemeyer. “Un amigo nunca le cobra a un amigo”, le dijo a Natalio Grueso ante testigos.
Aute ha muerto. Hoy le lloramos los que amamos, solo eso, la sensibilidad y el compromiso con los demás para construir una sociedad más justa.
A Natalio Grueso le han destrozado la vida.
A su exesposa la han denunciado y juzgado por ir, por ejemplo, al aeropuerto con un coche para recoger a Aute cuando venía a Avilés.
En estos días, en los que la miseria humana te la puedes encontrar a la vuelta de cualquier esquina simplemente cuando vamos a tirar la basura, como única excepción al confinamiento, nos queda como consuelo este verso de Aute:
“Quiero que me digas, amor
Que no todo fue naufragar
Por haber creído que amar
Era el verbo más bello
Dímelo, me va la vida en ello”.
Ánimo.
Esto lo vamos a sacar adelante entre todos. #YoMeQuedoEnCasa