Reflexiones desde el #YoMeQuedoEnCasa
Día 37.
19 de abril 2020
Todos estudiamos eso de que “al séptimo día descansó”. Así que yo he decidido que al día 37 voy a hacer lo mismo, aunque líbreme el Altísimo de hacer comparaciones y parecer irreverente.
Yuval Noah Harari lo dejó claro: “El que en un minuto no sea capaz de definir qué es un virus, está ya descalificado para opinar sobre esta crisis sanitaria”.
Así que me callo.
Leo prensa seria, por ejemplo La Voz de Avilés-El Comercio (hay otros que se informan por redes sociales, así van las ‘juanalalocas’ y compañía, claro) y me quedo con lo que dicen en sendas entrevistas el economista Ángel de la Fuente (no sé yo si no lo van a martirizar por rojo: “La mayoría de las medidas del Gobierno van en la dirección correcta”) y el director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, Pedro Arcos. (Otro que tal baila: “No tenemos todavía información suficiente para ver el detalle fino de las tres cepas existentes de este virus; desgraciadamente se debe infectar más gente para saberlo”; “En las camas UCI, Asturias es la mejor dotada del país”; ¿Se reaccionó tarde en España? “Sí, pero eso fue general. Ahí todos fallamos, hasta la OMS, que tardó la de Dios en reaccionar. No obstante, hay que ser justos y reconocer que China informó tarde”.
Buff, no sé si alguno lo va a soportar. El que seguro que no lo soporta es un prohombre avilesino que agotó ayer el wassap (menos mal que también lo controla el Gobierno de España, que esa es otra de las ‘juergas’ de estos días), pidiendo un boicot para “reventar al Gobierno”, olvidándose, él y tantos otros, que aquí las únicas que ponen y quitan Gobiernos son las urnas. Al menos desde 1977.
Total, que he pensado que hoy es domingo, que llovía esta mañana y por eso decidí no salir de paseo (37 días enchiquerao, vaya récord), y volver a tomar el vermut en casa (sigo sin manzanilla de Sanlúcar), y me voy a ver la tele a acompañar a mi esposa, el cincuenta por ciento de este confinamiento, que todos los días me dice que cada vez me ve menos porque estoy todo el día delante del ordenador y hablando con los amigos.
Mañana, seguramente otra juerga: Casado se va a ver con el presidente del Gobierno. De momento ya sabemos que su propuesta estrella, sanitaria y económicamente hablando, es la de izar las banderas a media asta y decretar un determinado número de días de luto oficial. (Mientras, ayer murieron en este país otras 410 personas). Vamos a esperar, igual nos llevamos una sorpresa. En todo caso, no hagan apuestas porque ya saben que el ministro del ramo, el señor Garzón, dijo hace poco que “las apuestas han bajado una barbaridad”. Y ahí sigue, de ministro.
Y una última apreciación, ésta totalmente en serio. Toda mi solidaridad con la trabajadora avilesina del Hospital San Agustín que ha sido denunciada por sus vecinos “por moverse mucho y tener miedo a que les contagiara”, encontrándose con la puerta de su domicilio reventada. Ánimo Tina Rodríguez, debes tener algún vecino miserable, muy miserable, pero que sepas que los demás, la inmensa mayoría, aunque no seamos tus vecinos, te apoyamos. En mi edificio hay profesionales de la sanidad y les aplaudimos cuando les vemos por la ventana. Son, sois, héroes.
Cuando salgamos de casa. Habrá que volver al comercio de proximidad, a la hostelería de al lado de casa, a apoyar en lo que podamos a gente que lo está pasando ya mal. Yo prometo volver al restaurante en donde me sirvieron los mejores calamares de potera que he comido en mi vida. Es de Avilés, cerca de casa. No doy el nombre porque hay cosas que conviene mantener en secreto.
Ánimo.
Esto lo vamos a sacar adelante entre todos. #YoMeQuedoEnCasa