Cualquiera se imaginará que pasarse las vacaciones en una casa de pueblo en la que ya no hay labranza es una especie de paraíso soñado para vagos, lleno de desayunos tardíos, perezosos paseos y largas siestas. Nada más lejos de la realidad. El paisaje asturiano fue creado con el sudor de nuestros antepasados y ese […]